Por una industria del café más sostenible: nuevas iniciativas de reciclaje

La cadena Caprabo ha instalado en más de 200 supermercados contenedores específicos para reciclar las cápsulas de café, uno de los residuos de un solo uso más habituales.

Economía circular, un concepto que va ganando fuerza cada día, y tiene su eco en las numerosas iniciativas de las administraciones públicas, organizaciones y empresas. Sobre todo, aquellas que operan en la distribución automática, retail y otros segmentos del comercio, quienes no han dejado de aportar su grano de arena por reducir la huella ecológica.

Si nos trasladamos al mundo del café, veremos que esta tendencia se ha convertido en la norma: cualquier compañía ha de valorar este aspecto medioambiental como uno de los principales si quiere tener presencia en el mercado. Y hablando de esta bebida, encontramos multitud de proyectos ecológicos, que van desde el momento de producción hasta el reciclaje de sus envases.

Ejemplo de ello es la nueva iniciativa de la cadena de supermercados Caprabo, quien ha instalado contenedores específicos para el reciclaje de las cápsulas de café en más de 200 puntos de venta catalanes.

Asimismo, la compañía fomenta la reducción del impacto medioambiental que generan estas cápsulas usadas, que, como explicábamos hace tiempo, son uno de los envases que mayor dificultad presenta; están compuestas de diferentes materiales. Por un lado materiales metálicos como el aluminio, por otro plásticos y materia orgánica en los posos de café. Esto obliga a un proceso para poderlas reciclar.

Así, la acción de Caprabo permitirá recuperar el 100% de las materias primas de las monodosis, lo que favorece la economía circular. En virtud de esta iniciativa, el café y las cápsulas biodegradables se convertirán en abono para sustrato de setas, hongos y otros compost, mientras que el plástico y el aluminio se reciclarán y fundirán para dar vida a nuevos productos. 

Y es que, actualmente en España se recicla únicamente el 20% de las cápsulas de café, un dato que subraya la escasez de puntos de recogida, según confirma la propia Caprabo.

Entonces, respecto a la demonización del plástico -a juicio de los empresarios de la industria- que la Directiva Europea de Plásticos ha realizado en los últimos años, surge el siguiente interrogante: ¿cuál es el verdadero problema, el material en cuestión o los bajos índices de reciclaje?

En el caso de la industria del vending, encontramos el movimiento que se conoce como reverse-vending, un segmento cada vez más creciente dentro del sector de la distribución automática. Como su propio nombre indica, el proceso de interacción se revierte, es decir, si en una máquina vending el usuario recibe un producto tras realizar el pago, en una máquina de reverse-vending es el cliente quien introduce el producto (en este caso, los envases utilizados) en la máquina. 

Son muchos los negocios los que están empezando a introducir este tipo de máquina; encontrándolos principalmente en aeropuertos, centros comerciales o supermercados, aunque a día de hoy los podemos ver en cualquier localización.

 

Fuente: HostelVending